Si algo me sorprendió y llegó al alma en mis viajes, fue conocer a don Pablo Novak en Epecuen, convertido hoy en su único habitante... A través suyo pude conocer de Salamone, porque siendo un niño lo conoció cuando estaba construyendo el matadero. Lo recordaba casi con asombro, porque se imaginaba alguien muy importante, con traje y llego vestido "de fajina" según sus palabras, con bombacha de campo que mas que arquitecto, parecía un mayordomo de estancia. Fue con su grado de la escuela a recorrerlo, pero sin las chicas, solo varones para que no se impresionen, y tomaron alli la leche. Recuerdos que guarda el anciano de haber cruzado a este gran hombre, un hacedor de cemento, capaz de casi dar vida a ese ángel de la muerte, capaz de hacerte mirar hacia arriba y enmudecer... Feliz aniversario don Francisco, larga vida a su obra!!!
Nos vemos amigos, hasta la próxima, Su
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