Desde el interior de la Parroquia, la calle, que al juzgar por su luz, el día está terminando...
Y saliendo desde ella, el monte enfrente, por donde pasaba el tren.
Las tres indicaba cuando llegué y las seis está por anunciar... seis campanadas que me despiden, al tiempo que yo misma lo hago con Carlos y Víctor, agradeciéndoles enormemente su atención en no solo abrir la Capilla sino ademas contarme y explicarme todo sobre la recuperación y puesta en marcha... qué gran trabajo, qué grandes personas!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario