La invitación llego de la mano de Alejandra, la directora de la Escuela de Roman Baez, un pueblo de Suipacha que hoy cuenta con tres habitantes. Volver a recorrerlo con ella, los chicos y don Cacho genero muchas movilizaciones internas, no sólo en mi sino en aquellos que estuvieron vinculados al pueblo, por eso es uno de los viajes que, ademas de guardar en mi corazón, despertó la idea de otras cosas... ya te contare... Gracias Aleeeeeeeeeee!
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