Ruta 74 entre Tandil y Benito Juarez... el año pasado nos conocimos de pasada y no quería dejar pasar mucho tiempo para recorrerlo y descubrir todos sus mágicos lugares...
La primera parada fue en un almacén que se ubica sobre la ruta, las Cuatro Esquinas se llama... y no sólo entre y conocí a sus dueños, sino que ademas me sorprendí con la delicadeza en cada detalle, el interior es un museo imperdible, y el pueblito una maravilla. Y ya no volví a la ruta sino que por caminos internos me fui acercando a "mi tierra prometida"
En el medio, pasé por Barker... qué hermoso es el paisaje serrano!
Y llegué a MI lugar en el mundo: Villa Cacique, lugar por demás lleno de magia en cada rincón
Recorrer sus lugares llenan la vista de una belleza natural indescriptible
Lugares donde el silencio se ve interrumpido sólo por el canto de los pájaros o el saludo del viento que mueve sus altos arboles haciéndolos chocar entre si en las alturas... toc toc toc.. hay percusión hasta en las alturas. Percusión de una melodía totalmente a cargo de la Naturaleza.
Senderos de absoluta paz. Villa Cacique es un paraíso terrenal. Poblado ademas de una historia mas que particular, allí asentó su base Fortabat dando crecimiento y progreso a lo que llamó las Villas...
Estando muy cerca, fui a recorrer Maria Ignacia-Vela, que tiene un balneario espectacular y un patrimonio e historia que te sorprenden.
Y si de Patrimonio hablamos, el Bar de Villa Cacique sí que vale la pena para visitar y hacer un viaje en el tiempo a través de los objetos que su dueño fue acopiando y así como lo ves, adentro es un verdadero Museo.
Ya en el regreso, nada de ruta, un camino rural me llevó hasta De la Canal, donde el Almacén de los Lasarte justifica cualquier modo de llegar hasta allí!!
Y mirando una y mil veces El Sombrerito, ícono de Barker y sus Villas, me despido con un hasta pronto, porque siempre se vuelve a la querencia... Villa Cacique ya es dueño de mi corazón!
No hay comentarios:
Publicar un comentario