Desde La Maria, salimos a la ruta y volvimos a entrar unos kilómetros mas adelante, en busca de otro paraje: La Elvira.
Y allí nos encontramos solo con su escuela y jardin de infantes, preciosa, perdida en medio de la nada...
Los juegos, hechos con neumáticos viejos y atrás, en la esquina, la cruz... el sitio de oración-
Atras quedó el deseo de conocer enfrente al paraje San Eduardo, será para otra oportunidad... vamos que el almacén El Porteño nos espera y ya son casi las doce!!!
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