Transitando las veredas del pueblo fuímos a dar con la Iglesia y ahi estaba... sencilla... abierta... curiosa... memoriosa... Nelly.
Un libro abierto para contarnos todo sobre su pueblo, en el que está desde sus trece años... aún con esperanza en el advenimiento de progreso pero con sus pupilas iluminadas con el recuerdo de un pueblo que supo ser muy pero muy próspero... palmo a palmo nos llevó a recorrer el pueblo reconociendo en cada vivienda abandonada los negocios florecientes que antaño había... hasta una sastrería!! imaginemos entonces cuán importante era Ernestina... de a poco fue quedándose sin gente, el cierre del ramal trajo la decadencia y la muerte... ahora quedan muy pocas personas, y todo está desierto... el tren los vinculaba con el mundo... ya ni eso queda.
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