domingo, 14 de diciembre de 2014

EPECUÉN... A TRAVÉS DE LA MIRADA DE TRUENOTOUR


BIENVENIDOS TRUENOTOUREANOSSSSSSS
Luego de bastante tiempo pudimos, al fin, concretar el viaje de hermanos que hacemos año tras año y que fue interrumpido en los dos últimos por mi accidente.
El plan fue largamente esperado. El destino: Villa Epecuén, un lugar teñido de nostalgia y pesadumbre según otros relatos, pero yo sabia que sólo al lado de ellos podría conocerlo, para que esa nostalgia pase de largo para dar lugar solamente a la admiración y al asombro, tal como ocurrió.
Estas listo para emprender la salida? las primeras luces del día nos encuentra en la ruta, porque seiscientos kilómetros nos separan de la meta... vamos!

EN RUTA


Luego de muchísimo transitar, un cartel nos indica el último tramo de ruta: Carhué!

Desde la ruta 65 tomamos la 60
Destino final cerca... y ese entorno que pinta cada sitio con un paisaje mas que particular! 
 Finalmente llegamos!!  previa parada en el hospedaje para dejar las cosas, no perdimos tiempo: nuestro destino estaba muy cerquita y teniamos muchas ganas de llegar hasta él!!
Señoras y señores, luego de seis horas, el paisaje nos indica que al fin, pisamos el suelo de Epecuén.
Te cuento, Villa Epecuén era un sitio de enorme actividad turística, el Lago Epecuén es altisimamente salado, lo que le daba propiedades curativas. La Villa empezó a desarrollarse en los años 20 llegando a su mayor esplendor luego de los setenta. En 1985, la contención del Lago se rompió y los habitantes tuvieron quince dias para dejar el lugar ante la inminencia de la inundación, que efectivamente se produjo y dejo la Villa entera bajo las aguas por mas de veinte años. El agua y la sal se encargaron de la destrucción y la corrosión del lugar. Hoy, sus restos dan cuenta de un estado post guerra... donde el agua se convirtió en la peor de las armas devastándolo todo... 
Veni, vamos a recorrer y descubrirlo juntos!

EL MATADERO... ÍCONO INDISCUTIDO DE EPECUÉN.

Ni bien entras a Epecuén, la silueta entre los árboles lo dejan entrever... tanto tiempo esperando este momento, admirándolo por fotografías ajenas y ahora tenerlo frente a frente en persona, que sensación mas plena!!
El Matadero fue construido en 1937 por el Ing Francisco Salamone.
Asi era su vista por aquellos tiempos, antes que la inundación se hiciera cargo de devastarlo todo...
La enorme fuerza del agua no pudo llevarselo, y aunque malherido, vandalizado y diezmado, aun se yergue, altivo, impoluto...





Tras algunas de sus paredes llevadas, el paisaje es monótono: todas las plantas secas por la sal de las aguas.
Cual guardián de la fortaleza, Josi, mi hermano menor.
Si queres ver mas fotos del Matadero, hace click aca >>>>  MAS FOTOS

Y TODO ERA UN JUEGO...

Saliendo del Matadero en sentido hacia la Villa, una Plaza ofrece un paisaje anticipado... los árboles mostrando su desnudez luego que la sal matara toda su vida... y asi con casi todo...
Ves que el suelo tiene como una alfombra blanca? es la sal... y sus cristales lo cubren todo...
El gancho de la hamaca resiste. Las aguas lo cubrieron todo en cuatro metros, llegando en alguno sectores a diez!! que increíble!!
Fijate la sedimentación... el suelo se elevó hasta la altura de los bancos...
Seguimos el camino de la calle principal que nos lleva hasta el centro mismo de la Villa. 
Imagina esta avenida de generosa sombra cuando el agua estaba donde tenia que estar... que maravilla habrá sido!!

LA HISTORIA, DEL ANTES Y EL DESPUES

El monolito de entrada y su mensaje
Esta era la Villa antes de la inundación... 
Al llegar a la Villa tuve la enorme suerte de encontrarme con Pablo Novak, el único habitante de Epecuén. Cuanta vez lo veía en alguna publicación pensaba si alguna vez podría conocerlo, y, como siempre, todo llega en la vida! =)
Don Pablo nació allí y hoy cuenta con ochenta y ocho años. Era un niño cuando la Villa empezó a tejer su historia y fue testigo y protagonista de toda la mutación que el lugar fue teniendo: de su origen, de la llegada de los primeros habitantes y los primeros emprendimientos hoteleros. De cómo fue creciendo el pueblo a su mismo tiempo. Conversar con él es escuchar a la historia misma...
Y hablando de eso, así como don Pablo me hizo viajar en el tiempo a través de sus palabras y sus gestos, yo también te llevo, pero con imágenes que encontré en la web, a los fines de poder ver eso que mi interlocutor me contaba.
El pueblo llegó a su esplendor alrededor de los años setenta
La Villa llegó a tener mil quinientos habitantes, dedicados en su mayoría a la actividad turística y a la construcción.  Tal era su importancia que tres ferrocarriles llegaban hasta Carhué: El Midland, El Roca y el Sarmiento. Este último se extendió y llegó a un kilómetro del pueblo, lo que facilitó el traslado hasta el lugar, no sólo de los turistas sino, mucho antes, de los emprendedores que vinieron a instalarse a la Villa e hicieron grandes obras e inversiones.
Había 280 establecimientos para el turista en la mas variada gama de oferta, entre hoteles, hospedajes, pensiones y comercios...
Hasta que en el 85 la buenaventura cayó en desgracia. Un terraplén de tierra y piedras fue vencido por el caudal del agua. Los primeros indicios de la rotura estaban en los extremos, tiempo suficiente para dar aviso a la población de que debían abandonar el lugar ante la inminencia de la inundación... que tragedia!! quince días dijeron y en quince días el agua lo cubrió todo: a Epecuén y a los sueños de sus habitantes.
Don Pablo y su memoria. Su memoria y su palabra, que recorre esos días... la gente acudió a su mejor ayuda, el ferrocarril, para llevarse lo que podía adonde podía, la mayoría a Carhué. Qué paradójico, el mismo tren que los había traído, cuando poblados de sueños tejidos llegaron hasta allí para hacerlos realidad. Ese presente cruel les hacia llevarse lo que pudieran, dejando eso que tanto les había dado y ahora la Naturaleza les arrebataba. Ni siquiera es posible imaginarlo... que llevar, que dejar.. pero de seguro con todos se fue la ilusión,  y en todos habría de quedar por siempre ese momento y todos los recuerdos de su vida en Epecuén. El anciano lo recuerda mientras cierra sus ojos como si lo estuviera viendo y asi me lo cuenta... Dios mio... 
Y así, implacable, el agua lo cubrió todo...
Y más aún, porque lo cubrió en partes hasta diez metros... 
La fuerza del agua y la acción de la sal se encargaron de destruirlo todo, absolutamente todo...

FOTOS EXTRAÍDAS DE LA WEB

LAS RUINAS DE EPECUÉN

Este es el presente de Villa Epecuén
Todas las edificaciones, el centro comercial, los hospedajes, todas fueron destruidas por la fuerza del agua.
"La Sarucha" era el nombre de esta casa, una de las mas importantes del pueblo. Su propietario era un empresario que llegó allí en busca del alivio a sus males... sencillo, llegaba a Epecuén con la modernidad a cuestas. Y asi instaló una de las primeras heladeras, que funcionaba a querosene. Me contaba don Pablo la sorpresa, casi mágica al ver que del fuego se formaba el hielo... si hasta los mayores no lo podían entender!! jaja  También sorprendió a todos cuando bajo del tren un flamante Ford A, que quedó en la casa para siempre. Fue en esta casa que Pino Solanas filmara escenas  de la película "El viaje"

Este era un hotel, del que me contó don Pablo (estabámos ubicados justo enfrente del mismo), que llegó un día en el tren un joven señor. De uno de los vagones bajó un sulky y de otro un caballo. Se instaló en esas tierras, bajo unas chapas que usó como vivienda y construyó este hotel, que fue el mas grande de la Villa. Al pueblo le sobraba trabajo, tanto para el turismo como para la construcción.
Hacia el año ochenta, contaba con ochenta y seis habitaciones. Se llamaba Hotel Plaza.
Restos del Hotel Plaza
Este otro hotel fue el único que sobrevivió en su estructura, por las bases que tenia, ya que estaba proyectado hacerlo de cuatro pisos.





En su relato, Pablo Novak me decía que cuando el agua lo cubría todo, él recorría en bote el lugar e identificaba las construcciones por su altura, y que lo mas sorprendente que le resultaba distinguir apenas sobre el agua era el techo del tanque, que ves en el horizonte... Qué difícil resulta imaginar o reconstruir lo que pudo haber sido este lugar...  la acción del agua y el salitre. Increíble, no?

EL BALNEARIO

"A Epecuén no llegaba nunca gente joven, salvo alguno de vez en cuando, acompañando a algún familiar. Eso hasta que se hizo el balneario - dijo don Pablo al referirse a las piletas de agua dulce - ahi sí empezó a venir la gente joven de Carhué y todo era una fiesta cada dia, la musica, todo se llenaba de vida en esos tiempos"
Y asi era... observá los techos cuadrados de la izquierda...
El balneario en plena actividad hasta el año 84, porque en noviembre del 85 fue el desastre.
Y así está hoy...
Estas piletas eran de agua dulce.

El tanque de agua. Desde acá se distingue bien su altura, que don Pablo refería que solo se veia la parte de arriba.
Mas arriba te decia que observaras las cuadrados de los techos, que como si fueran platos, se desprendieron y yacen alrededor. Los toboganes, los ves inalterables en su forma pero están totalmente corroídos en su superficie.

HASTA PRONTO AMIGOS!!!!!

Sin lugar a dudas, haber conocido al único habitante de la Villa, don Pablo Novak, es una de las cosas mas valiosas que guardaré en eso que se llama "experiencia"- Escuchar la palabra del pasado y reconstruirlo de la mano de quien estuvo allí es algo incomparable. De muchas cosas estoy agradecida, de esta en particular. Gracias Dios por permitírmelo!!
Y en todas las veces que lo vi, esperé serenamente el día de conocerlo en persona. Sin prisas, sabiendo que alguna vez ese momento llegaría. Cuánto me llevo de este viaje amigos, del que regreso con la mochila llena de sensaciones, voces, reflexiones junto al bonus de haberlo compartido con mis hermanos, lo que le dio el aditivo mas que especial para hacer de mi viaje a Epecuén un viaje ÚNICO!! 
Espero lo hayas disfrutado tanto como yo! te despido hasta la próxima, cuando el rugir del Trueno te avise que aquí estoy por llegar!! Nos vemos amigos!!!!! SU